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El Festín de Baltasar

  • Autor: Anónimo
  • Medidas: 164 x 200 cm.
  • Época: Siglo XVII
  • Técnica: Óleo sobre lienzo
  • Propiedad: Museo de Bellas Artes de Murcia

Estudio histórico artístico

Procedente de la Colección Noguera, este Festín de Baltasar se atribuye a Rembrandt en la espuria publicación que con la denominación “Galería Noguera“ comprende una amplia información de las diferentes obras maestras de tamaña galería”..Una de las mejores de Europa, cuyo director propietario, señor Noguera, es miembro de la Hispanic Society….inaugurada por el excelentísimo señor marqués de Lozoya, Director General de Bellas Artes,…” (pág. 3). En 1957 ésta y otras fueron donadas al Museo de Bellas Artes. Don Vicente Noguera adulteró, no sabemos si de manera consciente, la información de muchos de los lienzos que donó al Museo Provincial de Murcia. Las vicisitudes que estas obras sufrieron en Nueva York, así como las correspondientes mixtificaciones y peripecias del Sr. Noguera a finales de la década de los 50 del S. XX, pueden consultarse en los Fondos Documentales del Museo de Bellas Artes de Murcia. 

Se trata de un gran lienzo alusivo a uno de los pasajes del Libro de Daniel, un joven israelita deportado, junto a su pueblo, a Babilonia; paje del rey Nabucodonosor en la corte, es elegido por Dios que le infunde sabiduría interpretando los sueños del monarca; su sapiencia será elocuente cuando durante un banquete ofrecido por el rey Baltasar a sus cortesanos, una mano misteriosa escriba en la pared enigmáticas palabras. Leídas e interpretadas por Daniel pronto se verifican con la caída del reino caldeo a manos del imperio persa: “…De pronto aparecieron los dedos de una mano humana, que se pusieron a escribir, delante del candelabro, en la pared del palacio real. El rey, al verla mano que escribía, mudó de color y le asaltaron terribles pensamientos; se le relajaron las articulaciones de sus caderas y sus rodillas se pusieron a temblar una contra otra….” (5, 24-30).

La obra que nos ocupa se muestra a través de una portentosa escenografía donde la luz manipula el espacio y le confiere dramatismo a toda la composición sin olvidar la expresiva disposición y gestos turbados de algunos personajes, captados en la instantánea del episodio. En torno a la mesa del festejo se disponen cortesanos, concubinas y esposa del monarca rodeados de numerosa servidumbre y guardia palaciega. En primer término, a espaldas del espectador, la figura de Daniel, oscurecida su silueta, contrasta con varios personajes espléndidamente iluminados y que marcan la piedra angular del argumento; se trata de Baltasar, el rey sentado en uno de los extremos del tablero y cuya figura ha sido captada de perfil, tres damas que, sin duda, corresponden a las personalidades de la esposa y las concubinas y, por último, la figura barbada de un personaje anciano. En el resto de la estructura compositiva, que sigue una línea oblicua, se organiza el resto de dignatarios escudados por otros personajes que permanecen de pie.

Uno de los valores del lienzo es la complejidad espacial que se aprecia, mostrando una sólida unidad estructural junto a la evidencia en resaltar un clima de intensa emoción. Una composición novedosa que se inspira en el grabado y en otras obras coetáneas y que nada tiene que ver, por otro lado, con la estela o el obrador de Rembrandt. 

Una estampa conservada en la Biblioteca de Medicina de Montpellier y realizada por el grabador Theodore de Bry (1528-1598), para el “Theatrum vital humanae” (Metz, 1596) presenta no solo el mismo pasaje del Antiguo Testamento sino un esquema compositivo similar con una ordenación de los personajes más sencilla, análogos son los plegados y tejidos de doseles y las tallas de animales fantásticos como soportes de sitiales o tronos, sin olvidar la visión lateral y escorzada del monarca o la posterior del profeta.

A través del grabado, tan importante en la difusión de esquemas compositivos y de gusto en el Seiscientos, pudo conocer nuestro anónimo autor la obra “El Festín de Baltasar” (Fundacíón Getty) o “Esther y Asuero” (Galería Nacional de Praga) lienzos de Frans Francken II (1581-1642), pintor que perteneció al gremio de pintores de Amberes. Se especializó en obra de gabinete, pequeño formato y género a la manera de David Teniers. También cultivó la pintura mitológica o la fábula y, por supuesto, la temática religiosa. Sus pasajes del Antiguo Testamento se caracterizan por mostrar de manera pormenorizada un repertorio fastuoso de ropas, joyas, objetos de plata, etc…La analítica físico-química ha permitido vincular esta obra con las producciones del Seiscientos sevillano. Si bien las trazas generales responden a una posible procedencia flamenca, también es cierto la importancia que el grabado, y sobre todo el grabado flamenco ha tenido en la pintura andaluza.

Estado de conservación

Ha su llegada al CRRM presenta un grave estado de deterioro. La obra se encontraba intervenida anteriormente, proceso del cual era el reentelado que presentaba la pieza, estaba realizado con una gacha “cementosa”, frecuente en algunas forraciones antiguas. La tela usada era un lino de diferente gramaje que el original.

Además se apreciaba una pátina de óleo pardo ocrecina que unificaba los colores originales con los muchos repintes presentes en la capa de pintura.

Existía una película de suciedad formada por polvo, barnices oxidados, defecaciones de insectos y contaminación ambiental. 

El bastidor era inservible, pues no tenia posibilidad de regular el tensado y era poco resistente dadas las dimensiones de la obra.

Proceso de intervención

 

1. Protección de película pictórica: Empapelado con papel japonés (15 gr./m2) sobre la superficie pictórica. 

2. Desclavado del lienzo del bastidor.

3. Eliminación de la tela del reentelado: Se eliminó la tela de reentelado, utilizando lápiz de vapor y bayetas humedecidas con agua muy caliente. 

4. Limpieza física del reverso: Eliminación total y/o parcial de la capa (de consistencia "cementosa") de masilla del reverso del lienzo original, aplicada en una restauración anterior.

5. Consolidación de la película pictórica: Adhesivo: cola animal, primera fase puntualmente con plancha, segunda fase: general en mesa caliente. Corrección de las graves deformaciones.

6. Colocación de  injertos textiles:

-De tela en agujeros y faltantes en bordes
-De hilos en pequeños agujeros y zonas de trama y urdimbre muy desgastadas y friables.

7. Colocación de parches: Utilizando parches de refuerzo de fibra de vidrio.

8. Forración: Reentelado total en mesa caliente. Adhesivo: "BEVA 371", tela de forración lino "Velazquez “.

9. Montaje a nuevo bastidor: Clavado al bastidor con grapas inoxidables. Dobladillo de la sobra de tela planchado y grapado en el reverso del bastidor.

10. Limpieza de la película pictórica: Se realizaron catas de limpieza aplicando el "Test de Wolbers”. Una vez realizada la limpieza se  barnizó a brocha la superficie pictórica con barniz puro.

11. Estucado de lagunas pictóricas: Se aplicó un estuco. Una vez terminado el estucado y desestucado, se barnizó la superficie pictórica con barniz retoques.

12. Reintegración cromática: Se han reintegrado las lagunas pictóricas y desgastes de color con pigmentos aglutinados en barniz, utilizando el criterio técnico de "rigatino" o "punteado" dependiendo del tamaño de la laguna. 

13. Barnizados finales: Aplicación de tres capas de barniz pulverizado a pistola.

Imágenes

El Festín de Baltasar - Imagen 1 El Festín de Baltasar - Imagen 2